Las presas del lobo

Las poderosas y esquivas presas del lobo, se presentan durante las observaciones con facilidad debido a su abundancia en la Sierra. La permanente incertidumbre del acecho del depredador las mantiene siempre en alerta, del mismo modo que nuestra ávida atención busca el súbito lance cinegético.

 

Fundamentalmente el lobo practica dos técnicas de caza:

 

  • Contra las presas de gran porte, los lobos infieren heridas en la parte posterior del cuerpo, centrándose en la región ventral. Es el procedimiento habitual para matar ciervos.
  • Contra las presas de mediano tamaño, los lobos proceden mordiendo en el cuello, desgarrando la región cervical, la tráquea y la glotis. Es el procedimiento habitual para matar corzos, jabalíes y conejos.
Corzo machoEl corzo (Capreolus capreolus) era la especie de caza mayor más numerosa en la Sierra, pero la situación actual de este pequeño cérvido ha variado debido a la competencia por la abundante población de ciervo. No obstante, es casi seguro que la densidad actual del corzo en la Reserva apenas alcance 1 ejemplar por cada 100 Has. La única especie para todo el continente europeo es C. capreolus, aunque se ha descrito un ecotipo de corzo andaluz propio de las sierras de Cádiz y Málaga, típico del ambiente mediterráneo. Es el más pequeño de los cérvidos europeos, siendo los machos son de mayor tamaño que las hembras. Ocupa áreas boscosas que le ofrecen cobijo y alimento. En sus preferencias de hábitat destacan la importancia del estrato herbáceo y arbustivo, así como la diversidad botánica del medio. Uno de los rasgos más notables en la biología reproductora de la especie, es el hecho de ser el único cérvido europeo que presenta diapausa embrionaria (tras la fecundación, que suele ocurrir en julio, el embrión permanece en estado de reposo y sin desarrollarse durante unos 170 días). Tras la diapausa, el embrión continúa su desarrollo durante una gestación de 130 días. La hembra normalmente pare dos crías precoces. Los nacimientos tienen lugar durante los meses de mayo y junio, y el período de celo se produce entre julio y agosto.
Ciervo machoEl ciervo (Cervus elaphus), extinguido en la provincia de Zamora durante el primer tercio de este siglo, fue reintroducido en la Sierra de la Culebra durante la década de los 70, a raíz de la declaración de la zona como Reserva Nacional de Caza. Los trofeos de ciervo capturados en este espacio se encuentran entre los mayores del territorio nacional, gracias a la acción selectiva ejercida por el lobo, y es considerado como el mejor cazadero sin cercar de la especie y uno de los tres más importantes de todos los existentes. Los censos realizados durante los últimos años permiten afirmar que en las 67.340 hectáreas de superficie que ocupa el espacio, habitan en período de berrea aproximadamente 1.000 ejemplares de ciervo. Por tanto, la densidad local de la especie puede cifrarse en 1,5 ciervos/100 Has para el conjunto del espacio. La subespecie ibérica (Cervus elaphus hispanicus) solo existe en España y Portugal, se encuentra bien diferenciada del resto de las doce subespecies que se distribuyen por Eurasia y el Magreb. Se caracteriza por su talla menor a la de la subespecie nominal, coloración más gris y cráneo más pequeño. El ciervo utiliza preferentemente las áreas de transición entre zonas boscosas o cubiertas con vegetación arbustiva, y áreas abiertas donde exista producción de plantas herbáceas, con preferencia por las praderas con alta proporción de leguminosas, y el uso de especies leñosas conforme escasean las hierbas verdes. El ciervo es un ungulado típicamente polígamo, donde los machos basan su éxito reproductivo en aparearse con cuantas hembras les sea posible, mientras que las hembras aportan todo el cuidado parental a las crías. La época de celo se conoce como brama o berrea, debido al sonido del mismo nombre que emiten los machos en celo. Son señales básicamente dirigidas a otros machos rivales. La duración de la berrea es de unos 25 días y se produce durante el mes de septiembre en la Culebra.
JabalíEl jabalí (Sus scrofa) ha pasado de ser una especie inexistente en la Sierra desde hace más 25 años, a ser bastante frecuente en la actualidad. En la Sierra la población de jabalí es muy fluctuante, debido fundamentalmente a la variación de las disponibilidades alimenticias, que provoca en ciertas estaciones un éxodo hacia las llanuras aledañas dotadas de mejores posibilidades de hallar alimento. El principal predador del jabalí en la Culebra es el lobo, que realiza una labor de control poblacional. En zonas similares sin presencia de lobo, las densidades de jabalí son mucho mayores, lo que repercute en un aumento de los daños sobre cultivos y pastizales. Las diez especies que componen actualmente el género Sus se localizan principalmente en Asia, aunque el jabalí euroasiático, Sus scrofa, la especie más abundante, muestra un área de distribución histórica más amplia que incluye Europa y el norte de África. En España se han descrito dos subespecies, S. scrofa castilianus y S. scrofa baeticus. Los ejemplares de mayores dimensiones aparecen en el centro y norte de la Península. Es una especie precoz (las hembras quedan preñadas en su primer o segundo año de vida, a partir de un peso de 30 kg), prolífica (con una media de 3-4 jabatos por camada) y de corta gestación (120 días). Su período de celo principal se da en otoño, entre septiembre y diciembre. Se trata de un animal omnívoro, con predominio de los vegetales y una elevada frecuencia de materia animal en su dieta. Su único depredador relevante es el lobo, que caza sobre todo a los ejemplares más jóvenes.
ConejoEl conejo (Oryctolagus cuniculus) en la Sierra de la Culebra se distribuye de forma heterogénea, presentando densidades discretas en puntos localizados del territorio. Es una especie autóctona de la Península Ibérica que se divide en dos subespecies. Se distribuye también por el oeste de Europa y noroeste de África. Es un Lagomorfo de la familia Leporidae, a la que también pertenecen las liebres. Se caracteriza por su carácter excavador. Su hábitat óptimo corresponde a paisajes en mosaico, dominado por matorrales salpicados de pequeñas teselas de pastizal con puntos de agua cercanos. En la madriguera vive una comunidad de conejos de carácter polígamo, con una compleja pero estricta jerarquía tanto entre machos como entre hembras. Suelen marcar su territorio con señales olfativas, así como con letrinas y escarbaduras superficiales. La técnica de caza que suele emplear el lobo para atrapar conejos es muy organizada. Unos individuos actúan de batidores para levantarlos, mientras que otros esperan cercanos a las madrigueras, capturándolos cuando éstos huyen a refugiarse.