Dos titanes rivalizaron fuerzas sobre el dramático escenario de la vida. Un poderoso macho de jabalí, en acorazada carrera, el pánico crepitó su sangre bajo una tensa y gélida noche de febrero en la Sierra de la Culebra. En su caza, un descomunal macho de lobo se tornó como el elegido para derrotar a semejante Goliat. Amoladeras trazaron navajazos defensivos ante cohorte de carniceras y perfilados colmillos. El desenlace interpretaría agotamiento y resistencia, sangre y exhalación…agudo gemido y estertor, sobre la escarcha y bajo un cielo despejado de invierno. Tanto palpita la imaginación, que el corazón se agita atàvico.
Las dimensiones de las huellas denota el poderío de ambos contendientes (mano anterior del lobo 11,5 cm y pezuña jabalí 15 cm). Las de lobo distan entre ellas màs de 1 m, demostrando la acción del galope. En las persecuciones los lobos pueden llegar a alcanzar los 50km/h.
Me encanta, y muy bien explicado, enhorabuena!
Gracias Federico!. Saludos.