Macho de Colirrojo tizón. Lobisome Naturaleza.
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El lobo ibérico es indudablemente el rey y señor de la Sierra de la Culebra en cuanto a protagonismo se refiere, pero también como el superdepredador regulador de los ecosistemas por excelencia. Otro personajillo, igual de importante por el lugar que ostenta en el entramado biológico, resulta más desapercibido pero igualmente es el dominador de otro hábitat: el pétreo, ese material que integraba al hombre en el medio sin desentonar ni impactar, el que vestía y aún viste vestigialmente en su estructura a los pueblos semiabandonados de la Sierra de la Culebra. De él hace uso el colirrojo tizón, omnipresente compañero de andanzas callejeras, que nos recrea con sus inquietos movimientos trazados de cola arcillosa y áspero gorgojeo con su colaración a carboncillo. Sin su cercana presencia quedaríamos huérfanos de encanto y delicadeza.
Un pajarillo precioso, siempre me alegro al verlo recorriendo algún tejado con desparpajo 😀