Una de las mayores satisfacciones que se reciben en la actividad de observación turística de fauna salvaje, aparte del contacto con la naturaleza y de poder compartirlo, es que los clientes te reconozcan tu trabajo, lo manifiesten sinceramente, se hayan divertido y quieran volver para vivir nuevas experiencias.
Las chicas de la Gran Escapada han sabido captar los pequeños detalles, esos que en la vida pasan por ser los más especiales: una compañía agradable, el susurro del viento meciendo las copas de los pinos, la incidencia de un rayo de sol sobre un manto de helechos, la \»risotada\» de un pito real como banda sonora ambientando las escenas de portentosos ciervos; pero ante todo, percibir el misterio que alimenta la superstición de estas tierras, de ellas emana lo más salvaje de Europa, por ellas transita nuestro mayor cazador social: el lobo ibérico.
En el siguiente enlace, podréis descubrir las sensaciones personales de quienes aún cuentan con la capacidad de maravillarse con el mundo natural:
Muchísimas gracias por habernos dedicado un post en vuestro blog! Sois geniales, por supuestísimo que ya os consideramos un referente para nosotras!!
Un besazo muy grande y en breve estamos organizando otro avistamiento!! 😉
Sois las loberas que todo guía quisiera tener!!!, jaja!!. Hasta pronto!!.